Consejos para que tus joyas perduren en el tiempo

Consejos para que tus joyas perduren en el tiempo

Las joyas de Quince son piezas duraderas y versátiles que si aplicas los cuidados recomendados te perdurarán en el tiempo. Las joyas de Acero Inoxidable son piezas que se han vuelto muy populares en los últimos años, es un material resistente, robusto y antialérgico. Esto lo hace adecuadas para cualquier persona, ya que no causarán irritación ni reacciones alérgicas de la piel. Una de las ventajas de las joyas de acero es que son resistentes a la corrosión. Esto significa que no se oxidarán ni se decolorarán con el tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que aún requieren de ciertos cuidados para mantenerlas en buen estado durante más tiempo.

Para conservar tus joyas de acero, es recomendable:

- Guardarlas de forma individual y alejadas de objetos afilados que puedan rayarlas. Idealmente, debes mantenerlas en la bolsa o caja en que las compraste para protegerlas. 

- Es importante limpiar regularmente tus joyas de acero para eliminar la suciedad y grasa acumulada. Utiliza un paño suave, preferiblemente de microfibra, para evitar que se oscurezcan. Realiza esta operación al menos dos veces al mes. 

- Evita el contacto directo de tus joyas con lociones, aceites, cremas y perfumes, ya que estos productos contienen sustancias químicas que podrían contribuir a su decoloración, especialmente en las joyas con baño dorado. Aplica primero tus productos cosmésticos y espera al menos diez minutos antes de colocarte tus joyas.

- Evita dormir con collares delicados o pendientes, ya que los movimientos durante el sueño podrían dañarlos.

- No lleves tus joyas a la piscina o la playa, ya que el agua del mar contiene sal y el agua de la piscina contiene cloro, ambos elementos corrosivos que puedan dañarlas de forma permanente. Si por accidente las has expuesto al agua de mar o la piscina, límpialas cuidadosamente con agua templada y jabón neutro y sécalas bien con un paño suave.

- Puedes utilizar tus joyas de acero mientras te lavas las manos o te duchas, siempre y cuando las seques con un paño suave después. 

 

 

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